CRÓNICA DÍA 4

Cómo no podía ser de otra manera, nuestro viaje en el autobús-suit 5 estrellas ha dado cabo a múltiples historias. De entre ellas, quiero destacar la sucedida a una de nuestras muchachas. Esta, a diferencia de otros peregrinos, se ha tomado al pie de la letra las instrucciones de Nuri, nuesta amable azafata, que prohibían el uso del servicio para otros usos que no fueran orinar.
A eso de la una de la mañana, después de haberlo pasado muy mal durante cinco largas horas, ha plantado un pino en medio del frío desierto de Ica (con el objetivo de repoblarlo) en compañía de Nuri y con el apoyo a distancia de todas sus compañeras peregrinas.

Cuando ha amanecido, nos hemos encontrado en medio de un precioso paisaje nevado a 4500m de altura, cosa que ha hecho que algunos de nosotros hayamos podido percibir los primeros síntomas de mal de altura.

Cabe destacar también, que hemos divisado por primera vez en estos dias, a un CONJUNTO DE LLAMAS (aunque solamente las damas, ya que nuestros muchachos estaban todos dormidos).

Después de haber despertado a los últimos dormilones al ritmo de Rosalía, una meditación (en la que muchos han aprovechado para redormirse) y más música, hemos llegado finalmente a Abancay. Nos han recibido muy calurosamente. Cada uno de nosotros tenía en su habitación, un cartel con su nombre, unas galletitas y una botella de agua.

Después de instalarnos, hemos tomado el almuerzo con las monjas y ya por la tarde hemos hecho la siesta.

A las seis hemos celebrado una emotiva misa en la que Mn Carlos ha recordado sus días en este pueblito de los Andes, hace ya casi 20 años.

Ahora acabamos de cenar con las monjas, haremos el examen y nos iremos a dormir muy ilusionados, ya que mañana empieza oficialmente nuestro trabajo aquí en Abancay.

Buenas noches papis, mamis y otros lectores.
¡¡Os queremos y os echamos mucho de menos!!

Ali Pujol

PD: Feliz santo mami, que no te pude felicitar :)