viernes, 19 de julio de 2019

SANTA ROSA CARTA 5

19 DE JULIOL 
Mi querido misionero,
Me viene a la cabeza el lema de la JMJ de Cracovia en 2016: Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán la misericordia” (Mt 5, 7).
¿Sabes? El amor de Dios, dándote una pobre imagen de lo que vivimos y vemos aquí en la Gloria, es un amor como el de una madre: acoge al otro dentro de sí, amándolo como es, amándolo por entero. Un amor de este tipo implica hacer espacio al otro dentro de uno, sentir, sufrir y alegrarse con el prójimo. El amor de Dios, esto se ve muy claro en cada página de la Biblia, es un amor que es fiel, gratuito y sabe perdonar. En la misericordia siempre está incluido el perdón.
Es fácil que con el cansancio salten chispas a tu alrededor. A ver, no nos engañemos, que por muy canonizada que yo esté, sé muy bien qué significa tener a una persona al lado que me cae gorda, por no decir que no la trago. ¿Qué te piensas, que por ser santa no me costaban las cosas o las personas? ¡Venga ya! Los santos también somos de barro, pero se trata de vencerse. Lo que no se vale pensar es “como a este no lo trago, pues me escampo de su presencia, o le hago el vacío de mil formas”. Bueno, vale, puede que no lo pienses así explícitamente, pero todos actuamos así, vamos a reconocerlo.
Mejor dile a Jesús: Jesús, Fulanito no me entra, no lo trago. Y cada vez que aparece en mi presencia se me hace un nosequé en la barriga que no puedo, además huele a sobaco que apesta, pero yo soy de barro y no siempre lo trato como a Ti te gustaría. ¡Ayúdame a verte a Ti en él!”.

Si se lo cuentas a Él no se escandalizará, ¿cómo va a escandalizarse? Procura tratar con todos, sé bueno con todos, no solo con los que te caen bien. Así, Jesús no tendrá porqué decirte con cariño, con un amoroso reproche: si amáis solo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? (Lc 6, 32) y “Bienaventurados los misericordiosos, porqué ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5, 7).

No hay comentarios:

Publicar un comentario