sábado, 27 de julio de 2019

SANTA ROSA CARTA 13

27 DE JULIOL
Querido misionero,
Resultado de imagen de ESPIRITU SANTOhoy no se me ocurre como introducirte lo que el Espíritu Santo me sopla al oído, así que lo haré a pelo: la dirección espiritual.
¿Qué es eso? Fácil: es una persona que hace de brújula, jardinero y altavoz de Dios.
La dirección espiritual es tu brújula, es aquella persona que te ayuda a marcar el norte, que siempre es Dios. Y no, esta persona no puede ser tu amigo del alma. Te aconsejo que se un sacerdote, o alguien que rece todos los días y con un amor muy grande al Señor. No te preocupes, que Dios suele poner a esa persona en tu camino.
¿Y para qué sirve? ¡Pues para que no te pierdas en tu caminar al Cielo! No pienses que puedes llegar tú solito como una monada independiente, pedazo de soberbio. Necesitas un mapa o algo, y a eso le llamamos dirección espiritual. No es algo añadido a tu vida, sino que es algo imprescindible y obligatorio, aunque de un modo absolutamente libre. Así que, si no tienes director espiritual, espabila.
¿De qué se habla en la dirección espiritual? Pues de TODO. Pues si toda tu vida ha de estar dirigida a Dios, no hay nada de ti que no le importe al Señor.
Háblale a tu director de como va tu relación con Dios, si logras hacer todos los actos de piedad que habíais acordado, como va tu estudio o trabajo, si a veces tienes ganas de matar a tus hermanos y si logras controlarte, de las palabras airadas contra tus padres, que no consigues morderte la lengua, de algún problema que te preocupa, de tus amistades… Explícale lo que llevas en tu corazón para ponerlo bajo la mirada amorosa de Dios, siempre con una sinceridad salvaje. Y luego: escucha lo que te dice.
Escucha y se humilde, porqué a veces te dice las cosas claras, con mucho amor, pero claras como el agua, de manera que a veces puede sentarte como una patada por culpa del orgullo que todos tenemos. ¡Pero es para caminar hacia Dios! Es como un jardinero que tiene que ir podando las ramas de árboles o las flores mustias y secas, si bien a veces duele es necesario.
No seas bobo y déjate ayudar, además de crecer en humildad crecerás en amor y cercanía con Dios, pues muchas veces el director hace de altavoz de Dios. ¡Cuantas veces nos ayuda a ver lo que no acabamos de tener claro!
¿Y si el director se equivoca, pues es humano…? Es cierto que es hombre como tú y como yo lo era, pero Dios cuenta con su fragilidad para guiarte a ti. No veas en él solo a un ser humano, que no te engañe el cuernudo, se más listo tú que él y ve en tu director a Dios mismo.

En la dirección espiritual encontrarás consuelo, descanso, comprensión, gozo y de vez en cuando te podará y dolerá un poquito. Tranqui, que el director es un guía, no un tirano o un déspota que te impone. No te hará daño, al contrario, te marcará el sendero de la verdadera felicidad.

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